El primer sábado del mes de julio, todos aquellos amantes de nuestra tierra y sus raíces, tienen una cita con la Feria de Oficios Perdidos (Fiesta Declarada de interés turístico de Aragón) en este pequeño pueblo localizado en las faldas del Moncayo.
A las 10h da comienzo la Feria en la plaza del castillo de la localidad, con la lectura del pregón, donde nos reunimos todos para bajar al ritmo de música tradicional aragonesa hasta la entrada del pueblo, donde se realizará la siega, la trilla y trabajos de la tierra con tracción animal para dar el pistoletazo de salida a nuestra feria.
Desde ese momento, a lo largo y ancho de Lituénigo, desde lo más alto del pueblo hasta lo más profundo de nuestras calles o nuestra bodega, podréis disfrutar de los distintos oficios tradicionales que en esta feria sacamos a las calles: hilanderas, la colada, el jabón, el herrero, el cantero, el estañador, leñadores, cesteros, alfareros, colmeneros y así, hasta más de cuarenta antiguos oficios. Dichos oficios serán representados por personas que a día de hoy todavía se dedican a ellos, por otros que queremos aprenderlos para que no caigan en el olvido, o por aquellos en los que podemos contemplar en el brillo de sus ojos y en la maña de sus manos las horas y días que les dedicaron tiempo atrás y el orgullo que sienten al poder volver a mostrar a todos aquello que fue y es, parte de ellos y de su vida.
Es importante destacar que la gran mayoría de los artesanos, son gente del pueblo y que ellos mismos o sus antepasados hicieron de esos oficios su modo de vida y sustento. Además, todos los habitantes del pueblo sacan de sus arcones las antiguas ropas de los abuelos, guardadas con esmero para este día tan especial para nosotros.
Estamos todos de acuerdo en que un lugar no puede moverse, no puede desaparecer, pero si puede morir y lo que intentamos desde aquí es hacer de nuestro pueblo un lugar que desborde vida por cada una de sus pequeñas callejuelas, en el que todos aportemos nuestro saber hacer para sentirnos parte de nuestro todo.
El propósito de esta feria va más allá de mostrar a todos una serie de oficios perdidos. Lo que buscamos el pueblo de Lituénigo es despertar conciencias y hacer al mundo entender que somos lo que somos por lo que un día fuimos y que una población no se mide por el número de habitantes que la forman, ni por la cantidad de medios de los que dispone, sino por la pasión, la unión y el orgullo que sus habitantes sienten por ella.