El domingo de fiestas de San Miguel se realiza el tradicional “Pesaje de los Niños”, Fiesta Declarada de Interés Turístico de Aragón en 1998.
Este rito está documentado en 1295 y puede que proceda de la zona del Pirineo, tras la repoblación en la Reconquista, y podría estar vinculada al pago del diezmo.
La Leyenda de este rito se remonta al siglo XVII. Dice que un matrimonio de Lituénigo que no podía tener descendencia, fue a Tarazona a ver a un fraile (Fray Matías de Lituénigo) que era primo de este matrimonio. El fraile les dijo que no se preocuparan, que tendrían un hijo sano y fuerte si se encomendaban a la virgen. Así lo hicieron y prometieron que si tenían un hijo, ofrecerían tantas talegas (Sacos de trigo) como kilos pesara el niño.
Este matrimonio tuvo un hijo finalmente y, tal y como prometieron, ataviaron los mejores burros para llevar el trigo hasta la plaza del pueblo y allí se realizó el pesaje y la ofrenda.
Aquello causó tanta conmoción entre los habitantes de Lituénigo que, desde aquel momento, se sigue realizando este tradicional pesaje de los niños y niñas nacidos cada año el último domingo de Septiembre.
El acto tiene tres momentos remarcables:
• La Llega: en la que los mayordomos de la fiesta del próximo año van recogiendo el trigo por las viviendas de la localidad que los vecinos ofrecen y que se incorpora al trigo de la pesada para su posterior subasta.
• El Pesaje: Al mediodía los vecinos y visitantes se agrupan delante del pórtico de la iglesia de la Purificación de la Virgen, los padres depositan a su hijo, nacido durante el año, en una romana, dentro del capazo de uno de los extremos, mientras en el capazo del otro extremo de la balanza se va rellenando de trigo hasta obtener el peso del niño.
• La subasta: Una vez finalizado el pesaje, se junta todo el trigo y se llevan dentro del pórtico de la iglesia, comenzando en ese momento la subasta. Cada subastero tras enunciar su puja, se dirige por el pasillo humano creado en la plaza hasta el otro extremo de la misma y tras dar una vuelta sobre la madera en la que se sostenía la romana, regresa de nuevo al pórtico. Así una a una se van sucediendo las pujas, hasta que el que más enteros haya ofertado, obtiene la llave que se encuentra dentro de la iglesia, y se hace con el trigo obtenido, debiendo pagar el año siguiente el grano.
Cabe destacar que el lunes de fiestas se celebra “El capítulo”: Reunión de todo el pueblo en la que se nombra a los mayordomos encargados de organizar todas las fiestas vinculadas con San Miguel durante el año. En esta reunión, el ganador o ganadora de la subasta del trigo del año anterior realizara el pago de ésta.